Dr.
José Ovidio Flores
Análisis Objetivo Nacional
1.4. Lograr la soberanía alimentaria para garantizar el sagrado derecho a la
alimentación de nuestro pueblo, establecido en el Plan de la Patria, Segundo
Plan Socialista de Desarrollo Económico y Social de la Nación 2013-2019.
El derecho a una
alimentación adecuada y a no padecer hambre está contemplado en el derecho internacional, específicamente en
la Declaración Universal de Derechos Humanos de 1948 (Art.25.1), en el Pacto
Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (PIDESC) de 1996
(Art.11.1) y la Convención sobre los Derechos del Niño de 1989 (Art.24.1). Asimismo,
la primera Conferencia Mundial de la Alimentación de 1974, proclamó que
"todos los hombres, mujeres y niños tienen el derecho inalienable a no
padecer de hambre y malnutrición, a fin de poder desarrollarse plenamente y
conservar sus facultades físicas y mentales”. Además, este derecho está
estipulado en nuestra Carta Magna y en algunas leyes de la República. Por ello,
estoy de acuerdo que todo plan nacional debe abordar este aspecto de manera
prioritaria, tal como lo hace el bajo análisis. Sin embargo, es menester fijar
algunas consideraciones, ya que la mera declaración de objetivos, no
necesariamente conduce al logro de los mismos. Por ello, es indispensable que
toda política pública, una vez ejecutada, sea evaluada, a fin de introducir los
correctivos que sean necesarios. A primera vista destaca que el Plan de la
Patria es una continuación del proyecto Nacional Simón Bolívar, primer plan
socialista desarrollo económico y social de la nación 2007-2013 y, por ello,
debió hacerse una exhaustiva evaluación del este plan antes de abordar el
segundo, tal como se procede a realizar a continuación. El tema de la seguridad
alimentaria se abordó en la Directriz IV, Modelo Productivo Socialista, donde
en el punto IV-2.2 se planteó como objetivo incrementar la soberanía
alimentaria y consolidar la seguridad alimentaria. El resultado de la ejecución
de este plan arrojó los resultados que se exponen a continuación. Según el
Diario Notitarde, el Banco Central de Venezuela (BCV) reveló que el indicador
de escasez del mes de octubre de 2013 llegó a 22,4%, el más alto de los últimos
5 años. Hasta ahora, el BCV sólo había registrado un desabastecimiento mayor en
enero de 2008, cuando el ente reportó un índice de 24,7%, el mayor desde que se
hace público este indicador. Asimismo, el ente emisor reportó para octubre de
2013 un descenso sensible del índice de diversidad de productos en el mercado,
que pasó de 124,2 en septiembre a 106,7 el mes pasado.
Se continuó con la política
de control de precios (establecida a partir del año 1999), mediante la cual el
gobierno fijó los precios mínimos para los productores agrícolas, especialmente
en los rubros maíz, arroz, sorgo, caña de azúcar, café y leche (Gutiérrez,
2012), con el fin de mejorar el acceso a los alimentos de la población en
general. Esta política de fijación de precios mínimos, en el marco de los
controles de precios, posteriormente se convirtió en una de fijación de precios
máximos, que abarcaba todos los eslabones de las cadenas agroproductivas
(puerta de finca, puerta de fábrica, comercio mayorista y minorista) para
evitar el incumplimiento de la política de controles de precios. Desde el año
2003, al mismo tiempo que se instauró del control de cambio, se decretó el
control de precios al detal, entre otros, para los alimentos siguientes: arroz
blanco de mesa, harina de maíz pre-cocida, carne de pollo, carne bovina, carne
de cerdo, sardinas, leche en polvo completa, pan, pastas alimenticias, atún,
aceites vegetales, margarina, leche para lactantes, queso blanco fresco,
huevos, leguminosas, azúcar. Con el transcurso de los años, se han excluido o
incluido del control de precios algunos productos. Algunos autores consideran que el control de
precios no ha dado los resultados esperados, pues sostienen que la inflación se
mantiene elevada y que ha agudizado el problema de la escasez de algunos
productos básicos (Gutiérrez, 2011).
En cuanto a la política de
subsidios, se tiene el gobierno nacional ha implementado diversas políticas con
el objetivo de mejorar la distribución e incrementar el consumo de alimentos,
especialmente, entre las clases de menores recursos (Gutiérrez, 2012). Desde el
año 2003, se decretaron, junto con los precios mínimos, algunos subsidios a la
producción de maíz, arroz y caña de azúcar para evitar alzas de precios a lo
largo de la cadena productiva. Sin embargo, estos subsidios del maíz y del
arroz se eliminaron en el año 2009, quedando un tiempo más la subvención a los
productores de caña de azúcar (Gutiérrez, 2012). Igualmente, se han subsidiado
los insumos para la producción, tales como fertilizantes y algunas semillas que
distribuye directamente el gobierno. Por su parte, los alimentos balanceados
para animales se encuentran implícitamente subsidiados, ya que los insumos para
su producción (maíz amarillo, tortas de soya, otros) se importan al tipo de
cambio oficial. Sin embargo, a pesar de los subsidios la caída de la producción
nacional ha continuado. De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística
(INE), entre enero y octubre del año pasado, las importaciones alcanzaron 37.802
millones de USD, de los cuales 8.103 millones de USD corresponden al sector
agrícola y la industria de alimentos, bebidas y tabaco, lo que equivale a 21,7%.
Si bien el análisis de la
política agraria es relevante, se requiere también un estudio de los resultados
globales del país, producto de la aplicación de todas las políticas públicas,
lo cual se expone a continuación. Según la CEPAL (2013), el desempeño de la
economía venezolana en 2013 fue lamentable, cuando ocupó el último puesto de la
región en crecimiento económico, con apenas un 1,2% de crecimiento del Producto
Interno Bruto (PIB), la mitad de crecimiento promedio de América Latina. Tal
crecimiento total arrojaría una caída del PIB por habitante del -0,3% en el año
2013. Destaca el informe que “Las manufacturas fueron afectadas por la falta de
divisas para la importación de insumos y la construcción se contrajo debido a
la menor inversión pública y la falta de materiales. Solo la construcción de
oficinas y centros comerciales aumentó, como resultado de la inversión de
empresas multinacionales que hace varios años no pueden repatriar sus
ganancias”.
Por otra parte, el riesgo
país de Venezuela (1.444 puntos EMBI+) es el más alto del
mundo (La nación, 2014), por lo cual Venezuela, para emitir bonos, deberá pagar
tasas de interés de 14,44% por encima de la de EEUU. A fines de comparación,
tenemos que el riesgo país de Perú es de solo 173 puntos (EMBI+). Gran parte de
del incremento del riesgo país se debe a la significativa caída de las reservas
internacionales, ya que entre el 4 de febrero de 2013 y el 4 de febrero de este
año el Banco Central registra un descenso de 26% para aterrizar en 21 mil 236
millones de dólares (USD). En cambio, Perú, con un tamaño poblacional muy
parecido al nuestro (30.135.875 hab) tenía al cierre de 2013 reservas por 65.663
millones de USD. También, el valor del dólar paralelo crece, desde hace pocos
meses, a tasas exponenciales, presionando al alza de los precios de los bienes
en una economía con un altísimo componente importado.
Con respecto a la deuda
externa, Perú tiene un saldo de 37.000 millones de USD (Los
Andes 2014), mientras que Venezuela ya debe estar por encima de los 275,3
millardos de dólares (Blanca 2014) reportados al comienzo del año
anterior (aunque otras versiones más conservadores estiman el monto aprox. en
USD150MM), lo que implica grandes erogaciones por concepto de servicio de la
deuda.
En conclusión, estos
resultados agrarios y globales indican que cualquier nuevo plan, como el Plan
de la Patria, debe cambiar sustancialmente de rumbo (no debería haber
continuidad), pues al realizar análisis prospectivos con las técnicas
apropiadas, los resultados dominantes indican que enfrentaremos escenarios muy
pesimistas (cuando no catastróficos) para los próximos meses y años. Cualquier
objetivo propuesto para lograr la soberanía alimentaria, depende de los
resultados del sector agrario y de la economía en general, particularmente en
nuestro país, donde el sector petrolero empuja al sector no petrolero,
especialmente al sector agrario, que no genera divisas. Es decir,
metafóricamente los venezolanos “comemos” petróleo, practicando una
“agricultura de puertos”.
.
Referencias
bibliográficas
Blanca V. 2014.
Deuda del
Gobierno asciende a 275,3 millardos de dólares. En: http://www.el-nacional.com/economia/Deuda-Gobierno-asciende-millardos-dolares_0_164383786.html
La Nación 2014.
Venezuela ahora tiene el riesgo país más elevado del mundo. Diario. Nacional -
8 febrero, 2014. En: http://www.lanacion.com.ve/nacional/venezuela-ahora-tiene-el-riesgo-pais-mas-elevado-del-mundo/ Fecha de consulta:
06-02-14.
Los Andes. 2014. La
decisión de La Haya del 27 de enero del 2014 y su acato formal. En: http://www.losandes.com.pe/Opinion/20140126/78055.html. Fecha de consulta:
06-02-14.
Gutiérrez, A. (2011).
Tendencias recientes del Sistema Alimentario Venezolano (SAV). Ponencia en:
Elementos claves de la coyuntura agroalimentaria actual en Venezuela, Universidad
de Los Andes.
Gutiérrez, A. (2012).
Bases para la formulación de una nueva estrategia agroalimentaria. Ponencia en:
“Encuentro de Organizaciones sociales 2012”, Universidad Católica Andrés Bello.
CEPAL. 2013. Informe
CEPAL sobre Venezuela del 12 de Diciembre 2013. http://elecciones7oenbilbao.wordpress.com/2013/12/13/informe-cepal-sobre-venezuela-12-de-diciembre-2013/. Fecha de consulta:
06-02-14.
Notitarde (Diario).
2013. Banco Central de Venezuela reporta
el índice de escasez más alto desde 2008. Sección Economía. Fecha: 07/11/2013.
En: http://www.notitarde.com/Economia/Banco-Central-de-Venezuela-reporta-el-indice-de-escasez-mas-alto-desde-2008-279212/2013/11/07/279212
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